Mi anhelo ha sido siempre,
El no despertarte nunca.
Cerrarle las puertas al día.
Y amarte toda, toda mi vida.
Contrario actuó mi mente.
Te desperté de madrugada.
Abrí las puertas a la noche,
Y nos amamos, como de día.
La realidad, pintó distinta.
Si fue locura, o fue mi tinta.
Derrochamos la seducción.
Nos besamos, con emoción.
Comprendimos la vida.
Entre la faena y el amor
Nos tocó escoger; trabajo.
Amor, con labor es mejor.