La voz de mi amado es como canción de cuna
Canto matinal de las aves en primavera
En el otoño, el sonido de las hojas que reposan sobre la laguna
Ronroneo de un minino como tu pechera.
La voz de mi amado, inexplicable
Solo dando referencias
La belleza de su voz, inconmensurable
Si la oyes te cautiva aunque pongas resistencias.
La encuentro en el mar rompiendo las olas en la orilla de la playa
O en el crepitar de la leña en el fuego
Puedo escucharla vaya a donde vaya
Y tú también, pon atención, no lo dejes para luego.
Similar al murmullo de un arroyo
Parecido a pisar sobre la nieve
Como “Weightless” sonando cuando te sientes en el hoyo
Y eso que apenas tiene diecinueve.
La lluvia cayendo sobre el tejado
La risa de un niño o de un ser querido
Así es la voz de mi amado
Que encuentra lo que ya estaba perdido.
Suena cuando sopla el viento a finales de verano
O en el gorgoteo de una botella de vino al servirlo
Voz llena de fe como mostaza en grano
Enamorada he quedado yo de tan solo oírlo.
Su voz me hace sentir como la Tierra
Siendo él mi satélite natural
Y si el universo no lo hubiera hecho
Yo hubiese sido capaz de hacerlo artificial.