Amanecer cuarenta y cinco
Si, cuarenta y cinco dias de angustias,
de esperanzas y frustraciones,
de desvelos, cansancio, agotamiento físico,
disgustos...
pelear contra decisiones sin argumentos,
por protocolo,
palabreja del demonio,
con la que se justifican incoherencias,
que cada ser humano es un mundo diferente,
pero actuan igual para todos, por protocolo.
Tengo tanto que objetar,
que decirle a la ciencia,
luego de estos dias viviendo en un hospital
y reclamando atención para otras personas angustiadas...
Pero no haré una diatriba ahora,
hoy me alinearé en... el grupo de los agradecidos creyentes.
Hace cuarenta y cinco dias lloré mis ojos,
clamé al cielo,
madrié al altísimo,
le reclamé su ayuda,
le reproché su abandono...
Hoy solo puedo decirle:
Parce no me joda así, somos amigos,
gracias por regalarme estos cuarenta y cinco dias
al lado de esa mujer que algún dia pusiste en mi destino,
para hacerme ver que aún había camino por recorrer,
me fortaleció,
me devolvió las ganas de vivir
y ahora intentas quitármela ?
Pues no me simpatizas, Dios.
No crees que ella,
ya pago sus culpas, si las tuvo ?
Si la pelea era conmigo,
por que involucrarla a ella,
sácala del rollo
y ponme a librar de caries dental
a todos los cocodrilos de tu creación,
pero a ella déjala sana, Parce.
Devuélvele lo que perdió,
sus sentidos,
su movilidad,
hazle el milagro completo,
no ves que es el amor de mi vida
y entonces...
dónde queda lo de...
amarnos los unos a los otros,
como tú nos amas, ah ?
Ron Alphonso
8 de febrero 2021