JuanPabloMurillo

Lo encontré

Hace un par días, semanas quizá meses, para ser sincero no lo logro recordar con claridad. Estaba en casa, navegando por el Internet, sin encontrar nada que llamase mi atención a decir verdad, estaba divagando sin nada en concreto en mente, pero de la nada mi mente comenzó a nublaser y entre abrir y cerrar los ojos, mi cuerpo cayo devastado y yo lograba verlo, sabes era como verme a mi mismo tirado en la cama, mi mente paso por mucho, pensando que estaba muerto, entre la euforía comencé a caminar y salir de casa, extasiado de tanto poder que sentía en ese momento, mire a mi alrededor y logre mirar un largo y delgado cordón de color rojo y recordé esas famosas historias sobre algún dichoso lazo-listo rojo del destino, cientos y cientos novelistas, soñadores que añoraban con poder verlo y así lograr encontrar a su alma gemela, se dice por lo menos el ochenta porciento de las personas encuentran a su alma gemela, a decir verdad ese es un porcentaje demasiado alto, ¿pero? Seré de ese porcentaje que lo encuentre, mmm la verdad no sabia en ese momento y no quise dejarlo a la suerte y me decidí por seguirlo aunque esto me tomará una eternidad, si mis pies ya no lograsen dar un solo paso más, estaba dispuesto a jalar y tirar de dichoso lazo, después de un par de días caminando siguiendo, aparecía persona tras persona que parecía que mi listón estaba unido, pero mmm por desgracia solo estaba enredado y con un pequeño jalón se separaba, hasta que un día, ah como olvidar ese día estaba por dar los últimos pasos y dispuesto a tirar del lazo, mire hacia arriba y…

 

Allí estaba, mis ojos comenzaron a derramar lagrimas, a decir verdad no sabia que hacer, ese momento de euforia volvió a mi, pero duplicado y ya era demasiado, entre el cansancio de mi caminar, la falta de aliento y agua, estaba a punto de volverme loco, pero llegue al final y sabes que, estaba suelto, pero no era como si nunca estuvo atado, estaba trozado, fue cortado con un par de tijeras-me animaría a decir que hasta fue cortado con los dientes, al verlo suelto y tratando de atarce a uno de los cientos de lazos solamente lograba enredarse y tarde o temprano se soltaba y seguía su rumbo, está búsqueda fue tan larga como efímera, como la leyenda que dice que antes de morir vez pasar tu vida en un par de segundos, exactamente de esa manera, con la diferencia de que en un par de minutos volvería a la realidad.