LAS NEGRITAS DE MUSGA
Ellas llevan en sus venas y sus arterias juveniles,
la sangre telúrica del pueblo cálido de Musga y de su Ancash querido,
chicas hermosas hábiles que saben bailar y cantan dátiles estrofas,
versos que afloran en el ambiente andino, con puro sentimiento.
La música chimaychera, sus letras y rimas de adoración,
son entonadas con alma vida y corazón conchucana,
lideradas por su bella caporala Nahibe Caldas,
todo un deleite admirable para las multitudes,
que se rinden y le dan pleitesía a sus pies.
Herederas de sus grandes maestros pioneros, de los Vega,
eternos campeones de los negritos de Musga,
dinamizan con gracia y prosa marcial el empuje de sus raíces,
expresando con alegría y gallardía, tradiciones y arte del ande ancashino.
Los casados y solteros enamorados, disfrutan complacidos,
de la prosa coreográfica bien sincronizada del grupo,
danza de mujeres dinámicas que enorgullece a todos,
representando bien a la Provincia Luzuriaguina.
Suenan las cuerdas del violín y del arpa viajera,
para llevar las melodías de un buen chimayche,
animando bailarlo con las bellas bailarinas,
esplendorosas mujeres y de luz acrisolada en el tiempo.
Zapateas y giras con la melodía ancestral de Piscobamba,
insertando pasiones a la vida del pueblo,
magia divina costumbrista y de la poesía musical de sus letras.
Sus movimientos gráciles se contornean al compás musical,
se escucha el taconeo de una fuga del cancionero,
avivando los corazones y el aplauso del público,
llevando fantasías espaciales y vibras luminosas de seducción.