Ninguno está tan lejos, diluyamos la distancia
que separa la lluvia de una flor iridiscente,
nadie desea menos
y las colinas que se alejan son como clavos
en el alma, como sol en el desierto.
La alondra emigra para proteger su languidez
del frio clandestino del invierno.
Ninguno esta tan lejos y, sin embargo
un soplo de ilusión reposa
entre colinas de ilusión con territorio fértil,
busquemos la mirada del amor
deseosos de vislumbrar veranos nuevos
y hablemos del mañana,
de ese niño sin maldad en sus juguetes,
de morir en un beso, de nacer en un te quiero,
de ser caricia entre sábanas blancas
y deseo que nos permita coincidir
que hay un cielo, que Dios existe y en un trémulo
suspiro de ansiedad
nos muestra la muerte y la vida en un momento.
Autor….reh