Yo me propuse construir istmos con mis versos deshuesados
Medio enclenque los pobres,
Algunos que ya habitaban las ruinas del olvido
Pero yo me propuse hacer istmos con mis versos deshuesados
Acompañar las tantas soledades como islas,
Armar archipiélagos de ojos, de manos, de miradas colmadas de ternura
Para que jamás se sientan solas
para que no sangren en las tardes de sus penas
en horizontes tan distantes de sus vidas.
Y le puse mis alas en mis versos, mis alas marchitas
Mis alas heridas por los verbos lacerantes de los buenos
Puse mis alas, Junto a mis versos enclenques malheridos
Pero con mucho amor para que puedan mantenerse en pie por sí morían
Y que al final de sus pausas o sus puntos lapidantes
Puedan morir sintiéndose benditos.
Pero estos regresaron al rescate y levantaron el cadáver de mis días
Ese que aun muriendo sonreía.