Preñada de son, tu carne amaderada
tragas risa y llanto de mis manos que te esquilan,
renace para el oído que escucha
las verdades certeras.
Dueña eres de mis fantasías y quimeras
fiel acompañante de la madrugada
bajo la luna llena, o a oscuras de una fogata.
Sabes susurrar lo que no digo,
narrar en tus cuerdas mis nostalgias
preludiar en la aurora mi felicidad del mañana
en tu piel de ébano y cedro ahogo mis congojas.
Guitarra cobija el concierto de mi amor,
mi ilusión desvanecida por el dolor
comienza tu llanto de cuerdas,
rompe el compas de mi silencio,
llora como llora el viento
cuando me encuentra en las calles
vagando sin él y sin tu compañía
¿quién rasgará tu corazón cuando el mío se canse
alma de ritmo, silencio y armonía?
¿Cómo se mete en el alma tu tiñar pregonero?
¡Como me derramo en la lira de tu camisa
entre tus seis almas que susurran y gritan!
Que no saben sino de los extremos
del vivir humano y sus pensamientos
de las desdichas que acompaña un tequila,
de la alegría del beso que se eterniza
al tocar tu carne todo se monopoliza
se hace universal y bello, déjame guitarra
plasmar con tu voz mi más grande anhelo.