Patriarcado de déspotas censores
que piensan en su tóxico prejuicio
que hay textos que se escriben con el vicio
de vates que son meros vividores.
¡Tiranos, sátrapas, inquisidores!
condenan lo inspirado en el fornicio
y hacen rotundo dogma de su juicio
creyendo que son seres superiores.
Aparten su sermón de nuestra musa
y murmuren ante otros tribunales,
manteniendo su mente tan obtusa
lejos de páginas, blogs y portales.
Que el sexo si se cuenta con respeto
no merece censura ni su veto.