Alma que parte al encuentro hacia el Bien
decorada en silencios
hundidos de miel
tan lejos queda el ruido mortal
que de su corazón
a brotado un panal;
Y todas sirvientes le sirven
a su madre Real
trayendo regalo de allá a donde van
asombros imberbes
recuerdo extranjero
plegaria total
Y la Reina todo recibe
todo acoge, todo fecunda
su trono resplandece en espera
confía, paciente y serena
haga sol, niebla o caiga tormenta
Y así
su amor no anochece
su atención no destierra
y sus dulces hijitas
vuelan firmes,
finitas.