Jorge Horacio Richino

NOCHE AZUL

 

 

 

¡Oh, Noche!... que te pintas en el cielo

trayéndome la paz y dulce calma,

eres belleza al descubrir tu velo

y plácido refugio para el alma.

 

En tu pañuelo se pintan estrellas

que luminosas pululan errantes,

y encendidas como farolas bellas

brindan concierto de luces galantes.

 

Cuánto misterio que encierra tu manto

allá a lo lejos detrás de tu plano;

premio infinito de orden sacrosanto

cual dulce ensueño profundo y arcano.

 

Siempre el misterio para el hombre existe;

mas se vislumbra el traje que lo viste.

 

 

 

Jorge Horacio Richino

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