De nadie es la caricia perdida
que va cruzando la esquina de la avenida,
extendiendo los brazos con gran locura
agitando los dedos, implorando flores
invocando noches, derrocando días.
Volando certera, la caricia perdida
resbalando los brazos oscuros e impíos,
orgullosa viaja por las galerías
embarrando el maquillaje espeso
cuando pasa airosa, sobre tu mejilla.
Sigue su camino, nada la intimida
si bien no es el momento
de sentarse a llorar,
pues esta sigilosa
de quien se le acerque
que alguien se sienta dueña de ella misma
¡Anda y se escabulle entre las multitudes!
¡Pasa rozando todas las texturas!
sintiendo el frío caluroso
¡De extrañas criaturas!
personas famélicas de olores insólitos
no hay quien reclame… la caricia perdida
es más, no se han dado cuenta
que ella no está.
Mientras, se esconde
en los sueños del hombre
bajo el sombrero de estatus social,
espera impresionada
que no sienten nada
y que su presencia, parece olvidada
pero no importa…
La caricia que un día estuvo extraviada
no es la misma que hoy se perdió,
porque encontró por fin un compañero
y se van perdidos… juntos los dos.
Ivón Arce G