Gustavo Cervantes

En el bar sin ti.

La única forma que me queda para olvidarte,
para dejar de imaginar tu cuerpo;
para dejar de buscar tus ojos y tus labios,
y para dejar de querer sentir el toque de tus manos.
La única forma es bebiendo... evadiéndome.
Y aun en mi vaso busco hipnotizado...tu silueta.

Te deseo!!
Dadme tequila, cerveza, y la cornisa.
Al final, y aunque no sea un final feliz,
saltaré abrazado de tu imagen,
hacia un abismo atrayente como tus ojos.
El deseo insano de meterme en tu cuerpo,
ha causado un desorden en mi mente,
y mi corazón ya débil se azota en su paredes.
No hay más que remojar mis instintos en alcohol,
y meterme contigo en esta copa de espejismos,
hacerme eterno en tu verso...y en mi demencia.


Salud!!
Son mis noches largas y pesadas, necesito beberte,
intoxicarme de ti, enquistar tu esencia etérea;
en mi espíritu de tierra que se está desmoronando.
No me di cuenta de cuando perdí mi juicio;
no me di cuenta de cuando perdí mi inocencia.
Me hice cómplice del demonio,
y en la maldad del mundo y mi marasmo.
perdí mi capacidad de amar a otra,
de sentir emociones en otra piel.

No hay redención, no la busco,
la única manera de exorcizar este letargo,
es llenarte completa de metáforas abstractas,
de versos de olvido...y de ginebra.