La calle del milagro
Si voy a darte un sí,
será para que recorras
mi santuario
ese
que jamás has visitado.
Yo sé
que tú has recibido
mis plegarias
que Dios me puso a prueba
tantos años
para soñar contigo
con tu abrazo cálido.
Y con mi piel desnuda
he convocado a magos
para que te enamores
de mis lagos
cuando tus pasos blancos
comiencen a subir
la calle del milagro.
Beatriz Ojeda