Si nacimos para amar,
por qué hay tanto odio en la tierra;
por qué el hombre se aferra
tan sólo a recriminar;
por qué se niega a entregar
esa ternura que encierra,
por qué tanto le aterra
sus sentires expresar;
y se limita a ofender,
a abusar de sus hermanos,
a sus bienes conceder
privilegios sobrehumanos;
por qué se niega el placer
de servir y de apoyarnos...