Cuando caiga tu falda delicada
morirán los misterios que he soñado,
añorando tu boca desbordada
en un beso que irrumpa en el pecado.
En la cárcel del deseo quedarán
esos sueños que creímos ver frustrados,
que duplicaron su forma y estarán
conviviendo con un beso apasionado.
Por que en la paz de tu silencio a mi me toca
allanarme a los designios de tu piel,
para poder escanciar toda la miel
que me brinda la tortura de tu boca.
AB JORGE LUIS MURILLO ESTRADA
18-08-2010