“No me mueve mi Dios para quererte”
El amor verdadero es movimiento
Del amado al amante y viceversa
Con ardor con el ímpetu del fuego
“El cielo que me tienes prometido”
Enorme la razón y suficiente
Para entregar de lleno el corazón
A quien promesa tan audaz ofrece
“Ni me mueve el infierno tan temido”
¿Quién no teme temblando ante el castigo
De rencores de odios de traiciones
Si alguna vez amor fue lo ofrecido?
\"Para dejar por eso de ofenderte”
Una ofensa destroza al ofensor
Más que herir al mismísimo ofendido
Ofender sin mancharse es ilusión
“Muéveme tú Señor muéveme el verte”
Para obrar encontramos que hay razones
En cosas argumentos conveniencias
En juicios personas y corazones
“Clavado en esa cruz y escarnecido”
Todo un Dios que se ofrece en sacrificio
Conmueve las fibras endurecidas
De cualquier hombre pecador e impío
“Muéveme el ver tu cuerpo tan herido”
Laceraciones sangrientas que lastiman
A quien las sufre como a quien las ve
Y dejan sollozando el alma herida
“Muévenme tus afrentas y tu muerte”
Improperios y muerte a un Dios amante
Son causa de dolor hasta en los ángeles
Frente a tanta injusticia tan salvaje
“Muéveme en fin tu amor y en tal manera”
Una vez más es el amor sagrado
La única causa de mover las fibras
De un corazón de Dios enamorado
“Que aunque no hubiera cielo yo te amara”
Otro cielo imposible es de encontrar
Que el mismo corazón de Dios amándonos
No puede haber más dicha gloria y paz
“Y aunque no hubiera infierno te temiera”
A un Dios Amor no hay nada que temerle
Perderle sería el único temor
Y a vivir sin su amor eternamente
“No me tienes que dar porque te quiera”
Si es el amor lo que se entrega entonces
No queda nada que se pueda dar
Es la riqueza que el amor esconde
“Porque aunque lo que espero no esperara”
Tampoco lo esperado ha de cambiar
La pasión y el valor cuando se entrega
Es el alma el amor con libertad
“Lo mismo que te quiero te quisiera”
El amor no es amor si ha de variar
Por premios o castigos prometidos
Es propio del amor la eternidad