Me pregunto si quizás, ya estoy sintiendo miedo
como en aquellas antiguas noches de invierno.
Pero con el resplandor d la niebla en el farol,
vuelvo a fabricar colores y salgo buscarte.
Siempre te pienso sentada en el anden de una habituación.
esperando desnuda atravesar el pàramo de cualquier noche
viajando en la penumbra de un tren, sin reposo.
Te veo fumando un cigarrillo negro,altiva y desolada.
Un whisky con hielo entre las manos y entre tus piernas un mundo
sin mas valor que el dolor d la carne y la ausencia programada del amor
compensad con monedas.
Martina.