Desde mi corazón te digo amigo, cuanto me alegra recibir tu carta
apreciada y querida, letra tuya, soplo de aliento en días tan difíciles
cálida voz que en renglones me habla.
Me cuentas cosas simples, cotidianas, me acercan a tu entorno, tan querido
así me abres las puertas de tu casa y el aroma de hogar invade el alma.
La dulce madreselva enmarcando el umbral, perfume de nostalgia
por la ventana del este se dibuja el pequeño jardín, la huerta, almendros, limoneros
y mas allá la rambla.
Aprecio tanto estos minutos llenos de vida que huelen a romero campo abierto,
fuerza de la naturaleza, pura vida, libertad, a canto de esperanza
porque eres tú, sonrisa, cabellos al viento donde brillan finos hilos de plata.
Bien no quiero agobiarte con mis letras, estoy bien, siempre te espero, no dejes de escribirme,
es tu decir agua fresca sobre mi campo en calma te aprecio mucho, tanto, no lo sabes.
De tu sierra a mis llanos vuela un beso, de mi mar a tu playa una ola que abraza
luz y sombra componen nuestros versos, voluntades que anulan la distancia
así por siempre unidos estaremos.
Recibe un beso, esperare tus cartas.