Podía indignarme por las arenas de la playa
por el silencio de los bosques
podía indignarme por La Cordillera Blanca
por el silencio de los volcanes
podía follarme a los muertos
y recorrer la galaxia auscultando un plato de frijoles
podía morir de aburrimiento viendo la tv
escuchando el ruido blanco de las emisoras de radio
o los gemidos de tu hermana....
podía circunscribir las ecuaciones binarias de los astrónomos y traducirlas en música en mi piano añejo y ya olvidado