MEMORIA HISTÓRICA
Un hambre voraz y fiera
acecha a mis instintos más ancestrales
volcando, sobre mi memoria,
latentes recuerdos,
en busca de cavernas prohibidas,
labradas
con las piedras de la más fina arena,
y busco saciar el hambre
y la sed,
que me da el polvo sediento,
que escapa por sus grietas
y atraviesa las venas de esta herida mía
que todavía sigue abierta.
No pasará mi voz callada en permanente silencio
y será grito y será voz y será ruido,
la voz de un pueblo que no olvida
mientras huesos
y restos de sus seres más queridos
duerman sin descanso
en las cunetas del olvido.
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ALMOHADE febrero 2016