Manjares ...
En mi cama desperté
queriendo buen desayuno,
a mi lado mire usted
algo que me dejó mudo.
Le cuento lo que aprecié
nombrando cada detalle
resaltaban dos melones
como para te atracases.
Si no fuese suficiente
buenos muslos agregaban
exquisita bella orquídea
me embelesaba pingada.
Para más curiosear
bellas ancas muy robustas
invitando irreverentes
a morderlas sin cordura.
Antes de reaccionar
en un solo movimiento
alguien logró mi atención
sin seguir ningún libreto.
Con premura ella eligió
el plátano de mi plato
despacio lo degustó
contenta por el hallazgo.
La crema doble probó
además de huevos batidos
todo junto se engulló
disfrutando su delirio.
Todo el día consumimos
lo podrán imaginar
nos salvamos del ayuno
por sabernos convidar.
José.-