La luz abarca todo el espacio,
detrás están las sombras,
el firmamento estreyado
y esta yuvia, el yanto que yoran...
Un gato maúya su pena
fuera, en la caye yerma, hueca...
La soledad de las cosas
ocupa las casas, y a las personas...
Pero ahora me alegro
aunque vea el cielo negro.
Enciendo en el silencio la luz
de mi voz: canto al gran azul,
y sin miedo me voy hundiendo
profundo al más oscuro océano
siendo en cuerpo y alma fuego.
...una cuerda sobre el infinito abismo
se tambalea el trapecista: desequilibrio
y se me cierra el silencio: un cerco
a mi alrededor: este maldito universo...
...yo que culpa tengo? porqué adentro
padezco este dolor sin amor ni nada bueno
pero menos mal que en alma vuelo
me voy porque me niego a ser otro como el resto
que son todos unos falsos conspirando
queriendo hacerme caer al hoyo y sufrimiento
faltándome el apoyo y yorando yo solitario...
...con todos los infiernos me debato, me parto
en tantos ecos de un único canto lastimero...
y desnudo salto al viento helado: estoy ardiendo!
a Verónica (con uve de vampira...)
Ardo lento en el altar de un templo
consagrado a la diosa Luna
soñando despierto alcanzar tus besos
con un dardo de estos, puta...
La vida es casi siempre injusta,
una jodienda cuando buscas el amor
y solo encuentras la eterna pregunta
sin respuesta, y dudas de todo...
Y te pierdes en ti, a la hora oscura
eres sensible a la serpiente silenciosa;
para libre arder sin consumirte nunca
permites que a tu columna se enrede...
En tu terrible cordura hablas asolas,
te vuelves múltiple, e inmune a la muerte.