La cigarra va cantando
por montañas y collados
como los enamorados
que de amor viven gozando.
Va volando por praderas
la cigarra con su canto
y es la novia con su encanto
de caricias veraneras.
Su sonido continuado
que silbando va al oído
no es un canto entristecido
es un canto enamorado.
Y en las noches más ingratas
la cigarra te despierta
como dando voz de alerta
con alegres serenatas.
Porque canta la cigarra
la canción de su natura
canta con tal hermosura
canta con su voz bizarra.
Canta, canta en recovecos
en las ramas y en el tallo
pero el canto no es vasallo
como son muchos muñecos.
Pasará quizás las horas
cantando el canto de hastío
por camino tan sombrío
recordando almas cantoras.
Pero llegará el momento
de llegar hasta la cima
pues su canto no escatima
que se escuche con portento.
Y aunque se desaparezca
como toda nuez sembrada
su voz será germinada
aunque a muchos no parezca.
Manteniéndose cantando
libre como sopla el viento
unas veces con lamento
y otras veces denunciando.
La injusticia que existente
vaga libre por el mundo
como mal hedor profundo
en ambiente pestilente.
¿Qué dirá toda la gente
que sufre a diario quebranto
va a sumar su voz al canto
o se hará la indiferente?