Venerándote, te agradezco, mítica e ínclita Poesía,
sin saber -si pleno del fervor gnóstico- te asumo...
ahí, en tu lumínico esplendor del titilo consular,
tenue sombra gacha de mis penosas oscuridades.
Siento intimista que palpitas entre el sí y el no,
¡mía! brújula norteña; del resto, acaso el extravío
que sabia y egoísta no desnudas tus aladas bonanzas
ni aún por los silvestres caminos de la criptografía,
transeúnte de los áridos accesos al ara de tu altar.
Apenas tranquilizas –piadosa- mis eléctricas euforias
descargando anémicas las ocultas intuiciones de mi Ser,
galeote de tiempos originales de la humana condición,
anciano protohomo de australopitecos y cro magnones
más otros biológicos eslabones de mutantes genomas.
Dime Poesía:¿Cuál es el secreto de tu esquiva magia?
intangible bálsamo de ausencias catársicas que agobian,
en la vaga soledad de amorosas, frescas y vitales cascadas,
donoso itinerario onírico, vigilante de inocentes penitentes.
Lisiado, ato y desato tus seculares, sensibles protocolos,
los del hegemónico verso libre ó muy ensillada métrica,
con rima consonante ó asonante, museo del diccionario,
usos y abusos equilibrados de lúdicos juegos estilísticos
desde metáforas, sinécdoques, tropos y el raro oxímoron
en cien, mil oportunas acuarelas del muy atónito arribo,
fuga libre de la vieja prisión, en pasión ahora bendecida.
Estética y prospectiva engendraron, egregias,lírica intuición.
-¡Calíope, entre nutrientes mamas, repara!quiero sobrevivir.-