Alto collar de estrellas luce la noche
en el espléndido palacio del plenilunio,
¡ Cuánta belleza, amor, cuánto derroche
de perlas arrastra el mar de junio !
¡ Cuánto derroche, amor, cuánta belleza
de besos que llueven como un diluvio
de fuego quemando tus labios de cereza
desde el centro de mi boca y su Vesubio !
Bajo un sinfín de astros el mundo es nuestro,
levedad de la brisa en la ola del alma,
matemática íntima de sangre en vuelo,
nuestro mundo es sencillo aire de ala.
A lo lejos el faro entre sombras despierto
abre y cierra su ojo de relámpago cíclico,
una hoz esmeralda amenaza los cielos
y un dorado fulgor atraviesa sus limbos.
Esta noche me amas, esta noche te beso
En un éxtasis místico de luceros azules,
baja Dios la escalera de la piel en tu cuerpo
y el gemido de un ángel a tu boca se sube.
En rigor ya la espuma se desprende del agua
y se evade en la arena como Eurídice en oro
por las sombras la brisa acaricia la playa
y en su orilla las conchas, arabescos en coro.
Diamante la luna de arista eremita, ocular
con fulgor lácteo, órfico, en tu pelo levita,
ya de plata la noche, ya de nieve la mar,
este instante, el mito en tus ojos habita.
¿ Qué es mi vida, amor, sino tu boca besar,
estremecer de belleza esta noche bendita,
asombrarme en tus brazos de la diosa lunar
y ser pluma en tu ave inmortal e infinita ?