Siempre preguntas
Por qué te quiero
Te quiero porque ¡quiero!
Quiero querer tus manos
Quiero querer tu boca
Quiero querer tu piel
Te quiero porque ¡quiero!
Quiero querer tus palabras
Quiero querer tus silencios
Quiero querer tu soledad
Te quiero porque ¡quiero!
Quiero querer tus momentos
Quiero querer tus caricias
Quiero querer tus miedos
¿Por qué preguntas
por qué te quiero?
¿Puedo acaso responder?
Ahora yo pregunto
¿Por qué te asusta
que te quieran?