Girasoles enanos
respiran la fragancia de su propia muerte
encendida con el púrpura de su salvaje belleza
girasoles mutantes
transformándose en semillas de luna
sembradas en surcos de argentados sueños
soplos de equinoccio
vibran en los líquidos cristales revestidos de escarcha
los pétalos se desploman
con ese sepulcral sonido
que sólo las hormigas escuchan
en el silencio otoñal de la penumbra
michurin vélez [02 dosmil 21]