GEMIDO (SONETO)
El viento quedo que en la noche gime,
llora tu ausencia y mi impaciencia llora,
lúgubre canto que en mi pena esgrime
cálida, dulce y singular dolora.
Me pide el viento que tu ausencia rime
sobre mi pecho, con la verde flora,
y bajo tu alma, su candor sublime,
vergel amante que mi faz colora.
Que haga el instante, del amor, memento
cuando la noche, suspirando tanto,
diera a la luna virginal sustento,
que allí dormidos, a su arrullo y canto,
cesara el viento en su ancestral lamento
como lo hiciera en mi garganta el llanto.
Deogracias González de la Aleja