Caminos demarcados en la piel,
danza de pasión entre tibias sábanas,
remanso sin tropel de caricias,
cuerpos húmedos de aguas derramadas;
doctos versos con lanzas de fuego,
eslabones de rosa en sol de acacias,
urgiendo a las fibras del alma, que
naufragan en centellas de palabras;
sonrisa que se asoma en el recuerdo,
risa que suave cruza las murallas
salteando en el pecho agudo gozo.
¿Dónde duermes, mi alma,
derramando la hiel de los pesares?;
quedó tu esencia en calma,
dadora de entereza en los juncares,
elixir en los mares...
sendero de armonía
tirana de amor y fantasía.