El día se torno oscuro, parecía que no terminaría, sentía y siento todavía que este sentimiento me va atormentar para toda la vida, es una pulsada tremenda, una tan fuerte; de esas que ya muy pocos se imaginan, de esas que ya nadie siente, de esas que desgarran, que sacan el alma y arrebatan la vida.
Mi malcriado día fue negro, las ganas de irme estuvieron presente, mi incontrolable conciencia me gritaba detente, vete, sal de aquí, muérete; pero mis deseos de continuar adelante hacían caso omiso, sordos mis oídos, mis pasos incontrolables, mi corazón en una muy fuerte tensión, mis ojos en grandes chispas de lagrimas, mientras por dentro, muy en el fondo, me convertía en un niño de nuevo.
El silencio abarcaba el ruido del exterior, tanta soledad, o por lo menos así se sentía mi alma intranquila, desesperada, no puedo describir el sufrimiento, se quedarían cortas mis palabras, no puedo tan siquiera mencionar cuan duro se siente por dentro, como si desgarrado sangrara mi corazón en llantos.
Malditas ganas de olvidarme de un todo que ya no existe, bestial sufrir que me esta consumiendo, río sin sentir una pisca de alegría y lucho a capa y espada con este bruto amor que sigue aferrado a una inexistencia, ya el llanto se vuelve licor, porque ahogo las penas en una cantina, mátame dolor, y termina pronto con este día.
HENRY RUIZ
15 DE ENERO 2021
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