Este poema me lo pidió alguien especial, una noche de dulce sociego.
Cuando mi pensamiento dormido se encontraba.
Escuche una voz angelical tan suave como el pétalo de una rosa, que me dijo:
Has un poema de tu niñez.
QUIERO SER NIÑA OTRA VEZ.
Como me gustaría deslizarme por esos senderos llenos de verde atardecer, correr detrás de mis amigos con la boca llena de regocijo.
Quiero hacer volteretas con los ojos tapados , caer mareada de alegría sobre el pasto húmedo y fresco del atardecer.
Disfrutar el perfumito de las flores que encuentro a mi paso, enamorada y suspirando
Saludar a esos enormes y majestuosos señores, de color verde otoñal siempre dispuestos a hospedar a las almas infantiles que inocentemente bailan sobre sus ramas.
Emprender el vuelo por alturas de las grandes montañas y viajar hasta esos lugares inimaginables. Subir y acariciar la suave textura de los algodones flotantes , saltar suavemente y cansada recostarme sobre ellos.
Asombrarme con el vuelo de los pájaros que pasan a mi lado, presumiendo su elevado volar, envidiando el armonioso aleteo de sus alas, llenas de color y libertad.
Al llegar la noche, sentirme acogida y buscar el dulce cobijo de mi amiga la luna y Descansar sobre ella,