Quisiera besar tu sol
y que tus labios me quemen,
derretirme con tu aliento
mientras mis labios te besen.
Quisiera irme tras de ti,
ser parte de tu sonrisa
no despegarme jamás,
de tu dulzura infinita.
Ser de esa boca guardián,
el gendarme de tu almíbar
encarcelar cada beso,
quiero apresarlos deprisa.
Quisiera juntos bailar
deshojando margaritas,
cuando mis ojos te toquen
como a quien toca la brisa.
Quisiera entrar en tu cuerpo
empezar por tus orillas
como río que desborda
cuando arrecia la llovizna,
que se inunde nuestra piel
con dulce lluvia bendita
y cuando amaine en rocío,
no se apaguen las caricias.