Con lúcidas y lógicas labores
cuando decía lo que no era soy,
y con tu completa confianza estoy
aprendiendo a tener menos errores.
El tacto con tus ojos mis valores,
ayuda tuya siempre donde voy
con tu amor padre un paso firme doy,
en mis pulmones eres los motores.
Cerraste muy duro y abriste puertas,
empujo luchando todo y cada año.
Las cicatrices ahora cerradas
gracias y gracias por tus manos ciertas
y se quedan bajo el barro en antaño
el sufrir, lágrimas abandonadas.