Te vi -por la calle-, y te miré a los ojos...
Te vi, y no te hice caso.
Te volví a ver -esta vez tirado en una puerta (dormías)-, y te miré preocupado...
Te vi, pero no te hice caso.
Ahora, comprendo que no te vi; que no te miré...
Ahora, entiendo que tenía que haber visto; que tenía que haber sabido; que tenía que haber hecho...
¿Dónde estarás ahora? tu pelo rubio merece descansar tras una puerta dorada, y no a los pies de ella.
Ahora, te veo, pero no puedo saber; y no puedo hacer...
Ahora, sólo cabe esperar que \"alguien\" sí haya visto; y sí haya sabido; y sí haya hecho...
De verdad, lo espero, lo sueño, lo anhelo, lo deseo, lo ruego, lo impero y lo conjuro.
(El Chivo)