Siempre fueron anchas, eternas…
… las cuentas del mar.
Siempre lo fueron…
…hasta tu llegar.
Siempre latió en sus entrañas
el cansancio de su cielo
que se perdía al fondo de las noches,
donde no había piedad; donde las
tinieblas marcan las respuestas;
donde duermen las materias ofreciendo
su perfil más vertical.
Donde uno cae a los infiernos y se eleva
Celestial.