Amanecer cincuenta y tre
Cada día está más cercano el regreso...
a casa,
a tus sonidos,
tus aromas,
lo que de seguro te ayudará a despertar aun más.
Mi compromiso contigo sabes
va hasta siempre,
recorreremos el camino pendiente,
tendrás la vida más digna y tranquila
que puedas necesitar,
nos sumergiremos en el mundo de la poesía, Neruda, Ruben Dario, Benedetti, Barba Jacob,
Becquer, Lorca, Sabines, Machado, en fin...
Seré tus ojos,
mientras los tuyos descansan,
seré tus pies y manos,
tu, mi dulce señora Milagros
y yo, tu Lázaro lazarillo.
No te preocupes de nada,
lo importante es tu salud,
lo demás lo conseguimos en el bajo mundo.
Alista tus mejores besos,
unos cuantos abrazos y...
no más,
tampoco nos vamos a volver derrochadores.
Gastaremos solo...
las sonrisas necesarias para ser felices,
los te amos suficientes,
para causar envidia.
Seremos tu y yo,
como siempre,
sin promesas,
como nos gusta,
vale más sorprendernos,
que desilucionarnos.
Te contaré mis aventuras,
mis viajes por la fantasía,
te escribiré poemas que no rimen
y cuentos en verso.
Seré el mejor arlequín de la corte,
el borracho del pueblo,
el cocinero raquítico,
seré quien te haga feliz,
porque tu,
con tu lucha por quedarte a mi lado,
me has hecho inmensamente feliz.
Volveremos a casa y seremos...
lo que tu quieras, Milagritos.
Ron Alphonso
16 de febrero 2021