Creo que es pronto,
no te vayas aún,
quédate un rato.
Si tú lo quieres
veremos las estrellas
unos minutos.
Y si prefieres
soñar con lo imposible
sigue a mi lado.
No te prometo
edenes imposibles,
si acaso vida.
Vida a tus ojos,
colores que latentes
te hagan reír.
Y suspirar
de modo muy sincero
sintiendo paz.
Aunque anochezca
la vida continúa
y tú lo sabes.
Sigue en la noche,
detrás de las ventanas
y en los jardines.
Y hasta mi alma
precisa estremecerse
con tus latidos.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/10/20
He tratado de relatar la petición de una persona a otra ante la llegada de la noche y la posible marcha de su lado. Quizás he tratado de llevar a los versos y a las letras a ese mundo de los sueños, \"tan nuestro\", donde dan paso a escenas y mundos paralelos, que sin reales, dan vida y hacen que el corazón lata con más fuerza porque la sangre corre desbocada por las venas.
Al final, el protagonista, también quiere fundirse en ese sueño infantil y eterno del amor para estremecerse con los latidos de la persona amada.