-Suena el teléfono:
¿Quién es?...
La vida,
¿cómo me encontraste?
¿Para qué me llamas?… ¿o es que te debo algo?
No; ¡recuerda que tú me abandonaste!
¡Fuiste tú quien me dejo!
¿Qué es lo que quieres de mí?
Si, se que lejos de mi estas mejor, entonces ¿Por qué regresas?
Yo ya tengo nuevos amigos.
Sabes, cuando me dejaste conocí a la soledad, conocí la tristeza y la muerte,
y ahora no me dejan ni un solo instante.
Si, la soledad es muy callada, pero nunca me abandona.
La tristeza viene y va, pero es muy mala contando chistes,
Y a pesar que temía a la muerte, se ha mudado con migo,
Aprendí lo que es vivir con ella, aprendí lo que es estar muerto en vida.
Si… claro que te extraño,
Tu vivacidad, tus ganas de luchar,
También extraño a la alegría y el amor, que me dejaron poco después de que saliste de aquí.
Voy a colgar, y si algún día regresas, tú la alegría y el amor, que sea para nunca dejarme
Porque no soportaría perderlos de nuevo.