Fuego helado que arrasa con el alma
de quien amar quisiera, sin embargo
descansa en el olvido del febril letargo
logrando arrancar hasta la dulce calma.
Sensible emoción que estrujar pretende,
se lleva consigo mi divina quimera
¿quién la suprema ilusión tuviera?
Pero no, hoy del necio extravío pende.
Respirando el recuerdo de tu mirar profundo
navega la ausencia sobre absoluta frigidez
malévolo destino ruin, miserable soez
tiñe de melancolía mi matizado mundo.
Sensiblero y loco este desgarrado corazón
intenta ganar le al destino la partida,
aún con el alma dolorida respira por la herida
navegando en tempestuoso mar de confusión.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Imagen tomada de Google.