Estoy muriendo lentamente, tanto que mi cuerpo quiere descansar eternamente, pero mi maldito corazón dice que luche por aquel susodicho que no sale de mi mente, y mi mente me dice que luche por mis sueños, que no sea cobarde, que no me vuelva ausente.
Pero mi cuerpo y mi mente viven en guerra, mi mente quiere que me haga daño, pero mi cuerpo llora por la sangre que derramó.