Mis noches atormentadas por las horas,
que no toman en cuenta los rayos del alba,
mis días de anhelos interminables dan paso
regañadiente a los lánguidos meses,
poco dispuestos a cambiar sus nombres
Mis sentimientos pelean contra mis dudas,
sitiados por los años de separación,
sin embargo cada día mi poesía escribo,
mis versos de devoción aún ardiente,
porque la esperanza jamás la abandonaré
Caen lágrimas de alegría cuando
el calor de tus caricias me apodera,
resucitando mis sentires entumecidos,
la llama envolviendo mi cuerpo entero,
abandonada en los fríos ventisqueros
de las oscuridades de un invierno
Los breves momentos juntos del placer,
burlados por un lejano sabor de amargura,
momentos cuando con banderas de color amor,
nuestra intimidad el uno al otro entregamos,
antes de que el deber la separación determine,
acaso esta vez para siempre
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La foto de un cuadro del pintor Donato Giancola