José Luis Barrientos León

A mi osado corazón

 

 

Continúa el latido, transformando la costumbre en espera

Las imágenes descoloridas de la memoria en esperanza

La oscuridad nocturnal da paso a la lucidez del alma

Continúa, transformando el tedio en desafío

 

El vientre de piel y abrigo cede al amor y el deseo

El tenue brillo de olvido se abandona al fulgor de los amantes

La ingenua luna menguante sucumbe a la plenitud de su esfera

Cuánto poder tiene el latido, que me mantiene en pie, cautivo

 

La sutil cobardía y el desánimo, expira ante el desdeño del coraje

Y aun la muerte insolente, se confunde ante la mansa creencia

De mantener constante la fe, ante la libertad y el pensamiento

Late en el pecho la fuente del amor irreverente

 

Continuo de pie por el latido, que me sugiere el amor como deidad

Que inflama el corazón con la sublime expresión del sexo

Entre las tibias sábanas que lían las pasiones con cordeles de caricias

En el mérito de los recuerdos la palpitación mantiene su ritmo

 

Continúa el latido, transformando la soledad en pensamiento

Dando salida a los fantasmas en medio de la noche deslunada

No sucumbe la ilusión ante los miedos

Mientras me mantenga en pie por los latidos