Continúa el latido, transformando la costumbre en espera
Las imágenes descoloridas de la memoria en esperanza
La oscuridad nocturnal da paso a la lucidez del alma
Continúa, transformando el tedio en desafío
El vientre de piel y abrigo cede al amor y el deseo
El tenue brillo de olvido se abandona al fulgor de los amantes
La ingenua luna menguante sucumbe a la plenitud de su esfera
Cuánto poder tiene el latido, que me mantiene en pie, cautivo
La sutil cobardía y el desánimo, expira ante el desdeño del coraje
Y aun la muerte insolente, se confunde ante la mansa creencia
De mantener constante la fe, ante la libertad y el pensamiento
Late en el pecho la fuente del amor irreverente
Continuo de pie por el latido, que me sugiere el amor como deidad
Que inflama el corazón con la sublime expresión del sexo
Entre las tibias sábanas que lían las pasiones con cordeles de caricias
En el mérito de los recuerdos la palpitación mantiene su ritmo
Continúa el latido, transformando la soledad en pensamiento
Dando salida a los fantasmas en medio de la noche deslunada
No sucumbe la ilusión ante los miedos
Mientras me mantenga en pie por los latidos