Bendita locura
Me despertó, el raro olor de la locura,
la que se cobija siempre con penumbra.
Antes un sueño, me llevó en vuelo a la cumbre.
donde mis deseos, son libres, como costumbre.
Casi le pido un préstamo, al gran Morfeo,
mas los destellos, rasguñaban algo en el balcón,
igual los oídos, intuían notas de nueva canción,
las palabras ensayaban, armonioso fraseo.
Saltó el antojo, de litigiar con la tristeza,
los adentros sabían, se daría tremenda pelea,
batalla que los ánimos, debían ganar como sea,
en alegría transformaría, la sentida pereza.
Si fuese normal, la amargura asomara al rostro,
mas el pecado original, siento perfumó mi verbo,
padecer el mal del desamor, me convirtió terco,
aún en ausencia del amor, me inclino y postro.
José Estrada
II/XVII/MMXXI