Tarde para esperar esperanza
tarde para sucumbir a una especie de desacato
tardes, para deambular entre las piernas
como un pez cíclope o un insecto de doble ala.
Tarde para desistir de la ilusión
esta vida me desangra con su pervertida
masa corrupta.
Quién habita ahí, en el corazón de la vida,
con su nombre pequeño, minúsculo,
o su bandera de vitalidad oscura
mientras transcurre fuera la nevada.
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