Topo.
Viajo con una mueca
imitando siempre una sonrisa
con la mano izquierda fría
siempre la siento entumida
y lista para escupir tinta.
Viajo relajado, sereno
Como si fuera perpetuo verano
he aceptado al fin, la brevedad.
Sigo siempre la suave melodía
ésa que lleva el vaivén de la vida
y que hace danzar el humo
del fruto.
No creo en ningún futuro
sólo aprecio este momento
que aún estando vivo
desollo y me trago
para respirar otra vez
y suspirar luego aliviado.
La noche cremosa y violeta
me toma por fingida sorpresa.
Entonces gozo, me intoxico
juego, beso, al fin me rio.
Entre colores florecentes
y tragos efervescentes
me pierdo en la emancipación
de los condenados...
en la delicia de la danza de las moscas.
Sigo nadando feliz en mi ambiente
hasta que herido y hastiado
me pierdo de mí mismo
y cuando despierto...
La asquerosa y abundante luz
me escuece sin piedas la vista...
Ya he regresado al sueño
y he de enterrarme en otro día.