- Yo no soy médico...
tampoco soy enfermero;
soy solo un empleado de mantenimiento
en este pequeño pueblo Navarro,
al que ha ido maltratando el tiempo.
Y no...no soy ningún héroe,
no soy policía,ni soldado,
ni conductor de ambulancia,ni bombero...
a pesar de llevar ya casi un año,
jugándome la vida cada día como ellos.
La verdad es que tampoco me quejo...
a pesar de cobrar el salario mínimo,
de luchar contra las inclemencias del tiempo,
y contra este virus maldito a cada momento,
sigo vivo y por eso voy a trabajar contento.
Soy el del escalafón mas bajo;
aquél en que nadie se fija...
el que recoge cada día la basura de tu puerta,
el que arregla los pequeños desperfectos
y retira los excrementos de los perros.
Cuando todos estaban en confinamiento
yo salía cada día a hacer mi trabajo,
sin apenas información o equipamiento,
pero con la certeza de que tenía que hacerlo...
de que estaba siendo útil a mi gente y a mi pueblo.
Como yo hay muchos otros,
casi nadie los ve o habla con ellos,
pero salen cada día a pesar del riesgo
para asegurar que nuestro mundo siga entero,
que todo siga en movimiento y funcionando,
aunque sea cavando mas tumbas en el cementerio.
Es por eso que escribo yo hoy estos versos...
por los hombres y mujeres que hacen posible todo esto;
porque aunque la historia amigos os haya olvidado...
os aseguro que yo y otros muchos nunca lo haremos.
Gracias a todos de corazón por tan tremendo esfuerzo.
J.M.Brazal