Otoño

Nocturnos

Yo a ti no te pertenezco

pero consigues hacerme tuya en cada sueño.

Qué hechizo el tuyo

 que cada toque se siente tan real.

 

Una especie de brujería 

que no me permite escapar.

Pero ¿para qué huir de este conjuro?

que los mismos dioses envidian.

 

Es un deleite probar de estos manjares

que me brindan tus labios.

El lecho de tu abrazo 

es mi escondite preferido.

 

Aunque sea en sueños 

cada vez que hay luna llena

somos los amantes nocturnos

profúgos del sol, rehenes de la gente.

 

Tú no me perteneces.

Pero consigo colarme en tus pensamientos

para iniciar el encanto de medianoche.

Nuestras almas se juntan para convertirse…

 

En un solo latido 

en la carne del pecado

y en el dulce del vino 

del amor.