En el apóstata largo humo de la noche
la astuta infamia perversa murmura
y sanguinolenta atenaza su vil broche,
muy pérfida difamación sin premura.
Sus teloneros:desafinados grillos coreutas,
distractores con rústicas artilladas matracas
en la bella hora de las estrellas terapeutas,
cielo inundado de negra claridad sin resacas.
Eunucos terrenales cotizan las fétidas falacias
desde la punzante y asaz vil mentira cobarde,
re aceptadas en débiles mentes las estulticias
alertando segura sentencia del alma herida. Arde.
¿Cuál es la respuesta digna de la noble cordura?
si desenredar a un tono la intimada y sucia madeja
ó acaso abatirla con veracidad y muy ágil cintura?
panal de rumbosa casuística ¡jalea real de la abeja!