Últimamente me ha dado por recordar cosas del pasado que ya estaban empolvadas en mi cabeza, desde que medio entendí la dualidad del ser humano, me encontré el Facebook de un desagradable sujeto que dejó mi vida marcada, en su página observo que siguió estudiando enfermería o medicina yo qué sé... La verdad eso es lo que menos me interesa, veo que se autodenomina como afortunado, y a mí me purga la idea de imaginar que la vida lo haya premiado con lo malo que fue conmigo, porque yo me siento como una persona envuelta en una capa de oro; a muchos no les importa el oro, y como elemento naturalmente choco bastante con otros, en ese sentido no sé por qué razón se atrevió en hacer lo que me hizo, siendo yo una persona que ha dedicado gran parte de su vida en ser buena y bondadosa (sin mencionar los desperfectos, porque ello no es materia de a lo que pretendo llegar). Me molesta saber que la vida no le haya pateado el culo, para que pagué el mal que me hizo, porque yo al sentirme cubierta de oro, concluyo en que, el mal que me hizo lo tiene que pagar al doble, porque meterse de tal forma conmigo no significa poca cosa, porque se metió con alguien de buen corazón; corazón de oro.
Me dio por pensar esta tarde que mi hermana se fue de la casa donde vivíamos porque no pudo soportar la idea de que me cogí a su entonces ex novio, el pintor.
Y cuando manejaba hoy de regreso del trabajo a mi casa, se me atravesó un recuerdo muy vívido de cuando ella inició esta cadena de la que ahora se duele. Recuerdo cuando me contó sin más ni más de la vez que se acostó con el que entonces me gustaba y que ella sabía que me gustaba.
Pensarán que qué aprehensiva, pero la verdad es única, todo este matadero lo inició ella. Sin conceder que me haya acostado con su en aquel entonces ex novio.
Somos el bien y el mal
Tic Toc
Tic Toc